En primer lugar, saludar a todos: Autoridades, comisión de fiestas, vecinos, público en general, amigos todos, y luego presentarme para los que no me conozcan, que los años pasan deprisa. Soy José Antonio, el hijo de Antonio el de Atarés y Josefina la del Silvestro, el hermano de las gemelas y tengo 52 años de los cuales 24 los he pasado aquí y los últimos 28 en Cataluña, eso sí los 52 ejerciendo de albalatillero, por donde quiera que he pasado
Después agradecer a la comisión de fiestas la invitación para ser pregonero, por haberse acordado de mi persona, ya que una de las cosas agradables que te pueden pasar en la vida es que te inviten a ser pregonero de tu pueblo.
Bien pues, hechas estas consideraciones de rigor y de educación, iniciaré este pregón, explicando un poco las sensaciones que uno tiene cuando le llaman para estos menesteres. Primero de satisfacción: se acuerdan de ti en tu pueblo, aunque ultimamente no aparezcas mucho. Después más satisfacción: te consideran una persona capacitada para hacerlo. Luego más satisfacción: tengo una excusa genial para hacer fiesta en el trabajo, mientras duren las fiestas del pueblo (un pregonero tiene que estar toda la fiesta). Sigue más satisfacción: Iré de gorra al vermut del Ayuntamiento… y finalmente, entre tanta satisfacción… paras a pensar y… ¿me estaré haciendo viejo y por eso me invitan…?
Bromas aparte, uno se pregunta de que hablará en el pregón, que tema tratará, como lo hara para ser entretenido, y también que no se quede muy lejos de la categoría que han tenido pregones anteriores, pues se siente un cierto vértigo cuando uno recuerda los ilustres pregones y pregoneros que ha tenido el pueblo… Así que, después de estas cábalas, me digo a mi mismo: De lo que seguro que no metes la pata, que todo el mundo sabe, que se puede decir cualquier barbaridad sin que nadie te pueda sacar los colores porque te equivocas, que genera a la vez pasiones e indiferencias, que es sin dudar algo que mueve millones, de personas y de euros, que es popular, que es casi universal y que sin duda es algo que por muy raro que uno sea, ha oido hablar.
Obviamente me refiero a la física, y principalmente a las técnicas de introducción de elementos esféricos de propulsión externa y dirección aleatoria hacia estructuras rectangulares huecas, insertadas en superficies diversas a nivel de suelo. O sea, al “fútbol”.
Así pues, cuando unimos las palabras, futbol, fiestas, Albalatillo, nos vienen, bueno al menos a mí, a la cabeza y también al corazón momentos inolvidables, alegres, divertidos, irrepetibles, y de gran disfrute de practicamente todos.
Ya sé que futbol, fiestas y Albalatillo, como hemos podido ver en las fotos de la web de internet, es muy anterior a la historia que yo contaré, pero para mí estas tres palabras me llevan de cabeza al “soto”, o al campo de futbol que allí había, con las porterías hechas de maderos de chopos, medidas un poco a ojo; y las lineas marcadas con yeso, que ni se veian muy bien, ni eran muy rectas.
Recuerdo las camisetas de varios tipos, unas a rayas blancas y azules y otras más modernas con una raya en diagonal de color verde y negra, con mayor o menor intensidad en el color, dependiendo de la cantidad de lejía que se ponía en cada casa. Los pantalones, ni uno igual que el otro… y las botas, ni os lo explico, a veces ni coincidían en el mismo jugador, la izquierda era de una madre y la derecha de otra. Y para los más jóvenes, no eran ni NIKE, ni ADIDAS, ni ninguna marca conocida. También recuerdo que los cambios, aunque luego no sé si descontaban tiempo, erán bastante más lentos que ahora: en general el que salía le dejaba la camiseta al que entraba, y a veces hasta las botas.
Los recuerdos de aquella epoca son algo difusos, pero quedan los de jugadores como Luisito el Canario, Mora de casa Paulino, Jose María el de Amat, Farled, el hijo de Don Simón, Ignacito el de Fermín, y otros muchos que hacían las delicias de todo el pueblo ganando los trofeos de las fiestas, siempre a equipos de pueblos más grandes, como Castejón, Lalueza, Villanueva y hasta Sariñena.
Pero, las glorias del Albalatillo Club de Futbol que quiero contar son más recientes, son aquellas que empezaron un día en que una pandilla de “locos” del pueblo, entre los que me encontraba yo, decidimos hacer un equipo de fútbol. Bueno, eso no tenía mucho mérito, se había hecho anteriormente otras veces… pero amigo!!!, esta vez fue federado, o sea que tuvimos que hacer más papeles, fotocopias y certificados que las que se necesitaban para una boda... y no sé, si hasta alguna trampilla y todo...
Y así apareció por primera vez “La Directiva”, “El Entrenador”, “Los fichajes” y “los gastos…” Toda la papelería estuvo a cargo del gente del pueblo “Chamorro, padre”, “Carmelo, el secretario” y un médico que hizo los reconocimientos, que no recuerdo su nombre, pero que creo que llamábamos cariñosamente “El Sordo”.
En fin, no entraré en más detalles que decir que el equipo arrancó a jugar, para alegría y contento de todo el pueblo, que creó una afición como no se conocía en toda la provincia, acompañando a los desplazamientos en el medio de transporte que fuese, (coche, autocar y alguna vez hasta en bicicleta)… y sobre todo merendando o cenando siempre despues de cada partido todos juntos (se ganara o se perdiera… dejad que me tire un farol: perdíamos poco…)
Aquel equipo tenía de todo: Los entrenadores (Pepe el del Rullao también conocido como “hay que echarle cojones, eh?” y José Andrés Casaña, también jugador, con Pepito “El Koski”, siempre de ayudante para lo que hiciera falta).
Los directivos, Pepe el Tubero, Andrés, el de Fernando, Chamorro, que era periodista a la vez (aún conservo algunos recortes del Zaragoza Deportivo con las crónicas de los partidos), Pascual, Pañart y mucha más gente…
Los socios, que si no cojo el padrón municipal y lo leo no podré decirlos todos. Pero como todo en la vida, algunos eran más forofos que otros y yo me acuerdo especialmente de Miguelito Casaña siempre con Alfredo el del Floro y Pepe el de Angás, que solo les faltaba entrar en el campo a jugar, del Soldao, el Padre, que hacía casi lo mismo
El padre de Paquito de la Presen, que no callaba en todo el partido y también me acuerdo de las socias, que no faltaban, como la madre de Pepito el del Rullao, que llevaba siempre agua del Carmen para las lesiones y os garantizo que curaba y espabilaba como nada… Y en este apartado de forofos no podía olvidarme de Josep el del Campo de Aviación, que montó un número cuando se ganó la primera liga, que riase usted de los que montan ahora en Madrid o el Barcelona, en la Cibeles o Canaletas…
Hasta los recuerdos de los árbitros eran especiales, primero los del pueblo, como Jacinto, anda que no eras casero…, y los de fuera “el aspirino” de Alcolea o Albalate, uno de Lalueza, grande y valiente a la hora de pitar, y Tresaco, que luego fue linier en un Mundial, y que por cierto ahora trabaja en la FIFA en Suiza.
Los equipos y los pueblos que visitamos: Villanueva de Sigena, eternos rivales, los de la ribera del Cinca: Osso, Belver, Ballobar, etc…, los de cerca, San Lorenzo, Lanaja, Lalueza, Sariñena, y los de más lejos: El Estudiantes de Jaca, Atletico Sabiñánigo y uno al que conocíamos todos como “La Peña el Misto”.
Los jugadores de fuera del pueblo, que no me acordaré de todos… pero de Sariñena vinieron los Bartoler, Carilla, Conte, Bareche y Vitín (este casi del pueblo), de Capdesaso, Miguel el Portero que venía cazando cuando jugábamos en casa y Pascual (ahora ya, también del pueblo), de Lanaja, José Antonio y un delantero finisimo que no recuerdo el nombre, de Huerto, que vino Banzo, y más gente a la que pido perdón por no nombrar de otros pueblos, La Cartuja, San Juan, Orillena, Lalueza, Pallaruelo, etc, etc…
Y sobre todo, los jugadores que éramos del pueblo: No sé si los podré nombrar a todos, porque mi paso por el equipo solo fue los primeros años y después se incorporaron nuevos y siguieron disfrutando y pasandolo igual o mejor y con el mismo buen rollo.
Total que en aquel equipo estabá el grupo de los fumadores impenitentes: Antolino, que subía con una faria justo antes de empezar y José María el del Bolinchero, que se tenía que fumar un cigarro en el descanso sino no rendía en la segunda parte.
Los defensas, duros como rocas, Carmelo, al que llamábamos Cani, Pepito el del Rullao, un auténtico fronton en el que chocaban todos, Paquito el de la Presen, siempre subiendo por la banda izquierda y repartiendo un poco de estopa. También estaba Pedrito el de la Sole, duro como el mallacán, y que llamabamos como a un yugoslavo que no consigo acordarme. El Pichi, que aparte de defender, el jodido pellizcaba y no dejaba estar quieto a ninguno que se le acercase, a veces hasta a los arbitros
Los centrocampistas finos, Alfredo el del Ratón y Carlos el del Sereno, los dos tranquilos como nadie, Enrique el de la Pepa, alias Del Bosque, que también era tranquilo, Javier el de Migueler, primero de una saga de tres hermanos, Antonio y Miguel, y sus primos Ignacio y Marcos, hijos del Mallao, también ilustre futbolista.
Entre mediapunta y delanteros, los más jóvenes de aquel primer grupo, y casi seguro, a mi entender, los que tenían mejores condiciones para esto del futbol, Miguel Angel el del Ratón, increíble dominio con los pies y El Soldao Pequeño, Nacho, también increible dominio con la cabeza. Con buenos goles y buenos pases nos obsequiaron todas las temporadas.
También en la delantera, Alfredito el del Floro y el que luego fue ayudante y entrenador, y hoy mismo alcalde, Casaña, que tenía un guante en la bota, como dicen ahora y ponía los pases medidos, al pie o a la cabeza.
Bien, también había otros que no jugaban, pero que a su manera sumaban en aquellos equipos, Paulino, José Joaquín y sus hermanos, José Ramón, José Antonio, Jose Luis,… etc. No quiero cansar más, solo pedir disculpas si me he dejado a alguien, que los años no perdonan y a veces la memoria falla.
No obstante es obvio que me he dejado a alguien, pero esta vez ha sido “a postas”, porque es que estos además de compañeros de equipo son amigos y juntos a parte del futbol, hemos compartido de todo: coches, gamberradas, alegrías, tristezas, comidas, bebidas, y no sé si hasta cama… (bueno es broma, pero menos…): Chamorro, Manolo, Dr. Pueyo, Malmetemedicamentos, etc… un portero genial, que aunque le sepa regular se parece más a Urruti que a Buyo. Jesús, El Soldao, Jesús Marí el de la Conchita, etc…, libre y centrocampista elegante, sacaba el balón como el mísmisimo Beckenbahuer y lo entregaba siempre con garantías. José Andres, el Rubio, Rocho, etc…, lo llamábamos Schuster, y es que los pases eran de tiralíneas, y creo que fue el propio Schuster el que aprendió de él. Y también yo, José Antonio, mediquillo, bisturí, etc., jugué en aquel equipo y solo puedo decir que disfrute como nunca y que fallé goles que no están en los escritos…
Para acabar, que no quiero que esto dure mucho, un par de cosas o tres: cerrar el capítulo de aquel equipo de futbol que aunque maravilloso, es pasado, y pensar en el presente y futuro de nuestro pueblo, que ya me consta que se encara con buen pie..
Primero ver que todo va cambiando y hoy a parte de lo ya logrado en otros tiempos, (zona deportiva, suministros, accesos, etc…) se está en buenas condiciones de crecimiento, a través de la nuevas formas de ganadería intensiva, de los sistemas modernos de riegos, de la apuesta por energías renovables, las nuevas tecnologías que ya se aplican, el ocio adecuado a la población y el mantenimiento de tradiciones, que hacen de Albalatillo un pueblo emprendedor donde los haya, con ideas, con ganas, y sobre todo con esperanzas…
Segundo, como hijo de Albalatillo que soy y seré siempre, pero que vive fuera, agradecer una vez más a todos los que cada día, cada semana, cada mes, año a año estais en el pueblo, que lo cuideis tan bien y que lo defendais tan bien. Porque nosotros podemos venir, unos días al año y lo tenemos todo a nuestra disposición: luz, agua, servicios, diversión y entretenimiento, etc, etc. A veces pienso que tendríamos que pagar entrada por poder venir y disfrutar de nuestro pueblo, cosa que sin todos vosotros sería imposible. (Bueno de esto último, tampoco quiero dar ideas al ayuntamiento)...
Como muestra de este agradecimiento y ya antes de terminar, en mi familia hemos decidido hacer al ayuntamiento y al pueblo en general un pequeño detalle, para que disponga como bien quiera de él, la autoridad competente.
Se trata de unas baldosas de cerámica que hemos encargado que reproducen el Romance de Albalatillo que hicimos cuando la primera feria de los Monegros y que cuenta un poco la historia y leyendas de nuestro pueblo. Así que aprovecho en este acto y en nombre de la familia, para hacer entrega del obsequio y hacerlo llegar a las referidas autoridades.
Y finalmente, esperando haber hecho pasar un rato agradable y no muy largo, como mandan los cánones desear a todos que paseis y que pasemos unas maravillosas fiestas y pedir dos vivas para acabar este pregón:
Viva Santa Margarita
Viva Albalatillo
Albalatillo, 19 de julio de 2007. Fiestas de Santa Margarita.